Alv el pinche Horror: Tino el Pingüino en el Pepsi Center
Crónica y fotos por Israel Martínez // @evilisrael_
No hace mucho que conocí a Tino. A decir verdad, su género musical no me llamaba la atención, aunque había oído hablar de él. Fue hasta el pasado Cuernavaca Sunrise cuando tuve la oportunidad de verlo en vivo y tomarle fotos. Y vaya, fue una experiencia diferente.
El público frente al escenario estaba emocionado. Incluso había un letrero que decía: “Canta ‘Midori’ o me pega mi vieja”. Me pareció muy chistoso, así que le tomé una foto y la compartí en Instagram, por cierto, no cantó la canción por lo que a alguien le pegaron. La forma en que Tino cantaba, su emoción y sus sentimientos eran palpables. Noté la leyenda “defee” y me hizo reír; la leía como si fuera una oveja. Así es Tino, cantando con pasión.
La escena se repitió en el Pepsi Center, un escenario grande, pero esta vez solo con él y su fiel compañero, @mezcaliburrr. El público ansiaba una noche llena de emociones, agresividad y sentimientos, todo al mismo tiempo pero sin mezcla.
Desde las primeras rimas de “Bindu”, “Arsénicos” y “Dazing”, supe que sería una noche memorable. Tomé fotos de Tino por segunda vez, pero esta vez como fan, con un sentimiento a punto de aflorar. Después de estas canciones, salimos del Pepsi Center y nos convertimos en parte del público. Traté de apurar el paso, pero no fue suficiente. Cuando finalmente entré, Tino ya estaba en la octava canción: “Cuando piensas en mí”.
El gran espectáculo continuó con “Kosovo”, “Caravana”, “Leben” y la aparición de Koko Cece, quien interpretó “Fuera”, seguido de otro estreno: “Amor Chiquito”. Pero mi sentir cambió cuando, después de una intro espectacular de Mezcal, comenzó “Más Noche”.
Con el inicio de “La asimetría según Cardin”, la euforia se desató. Me dejé llevar, sintiendo una extraña tensión, como cuando ves una película de suspenso y presientes que algo sucederá. “Mala” llegó y cantamos con todo el sentimiento, acercándonos al final. Me fundí con la multitud, coreando: “Me gustas tanto, que me provoca algo que no quiero sentir”.
Tino compartió palabras sobre hacer lo que nos haga sentir mejor, enfocarnos en una cosa y algunos comentarios personales. “Comezón como un error”, y gracias a eso, la noche continuó. Agradeció a su madre por apoyarlo en su proyecto.
Después de un encore, Tino agradeció al público: “Hice esta pinche canción solo para este momento, así que disfruten, que con esta nos vamos ALV”. El reconocible sonido de las cuerdas anunció “Vivo con nueve, gatos y siete corderos”. El público cantó con todo el sentimiento, dejando todo ahí. Fue una plenitud extraña, una emoción que no puedo ocultar. Aunque sigo a dos pasos de una muerte moral, la noche fue inolvidable.
Esperaba que Tino saliera nuevamente para cantar “Midori”, pero no fue así. Las luces se encendieron y salimos.
“Midori” sí fue cantada, y no me pegó mi vieja.