Por Israel Martínez
Fotos cortesía de Ocesa: Cesar Vicuña.
Camilo Séptimo, una de las bandas más influyentes de México en la actualidad, celebró su décimo aniversario con un emotivo homenaje a su álbum debut, “Maya”. El lugar elegido para esta ocasión especial fue el Lunario del Auditorio Nacional, un espacio íntimo que puede albergar hasta 1000 personas.
La fecha fue el viernes 23 de agosto. Debido al éxito rotundo de la primera función, la banda decidió abrir una segunda presentación un poco más temprano. A pesar de la fuerte lluvia en la ciudad, mi entusiasmo no decayó gracias a la música que sonaba en mis audífonos mientras me dirigía al recinto.
Al llegar al Lunario, me sorprendió ver a los revendedores desesperados por vender boletos. Como parte de mi ejercicio periodístico, pregunté el precio. La respuesta fue: “El mismo que en taquilla”. Sin embargo, no tenía idea de cuánto costaban originalmente. El revendedor me ofreció dos boletos por $1500 si venía acompañado. Agradecí y continué mi camino, ya que los verdaderos fanáticos ya habían ingresado.
Una vez dentro, noté que el lugar estaba lleno, aunque no al máximo de su capacidad. Había más espacio entre filas de lo que había visto en otras ocasiones. El show comenzó con la banda interpretando el álbum “Maya” en su totalidad y en orden.
Canciones como “Maya”, “Resplandor”, “No Confíes en Mí”, “Te Veo en el 27” y “Portales” resonaron en el ambiente. Aunque esperaba ver a más personas bailando, muchos se limitaban a observar a la banda o mirar la pantalla. Quizás la falta de ambiente se debió al inicio inesperado del show, que no nos dio tiempo para buscar una cerveza o entrar en el mood adecuado.
La segunda parte del concierto incluyó éxitos como “Eres”, “Como Tú”, “Galáctica”, “Vueltas”, “Ser Humano”, “No Te Puedo Olvidar”, “Miénteme” y “No Digas Nada”. La más coreada fue, sin duda, “Miénteme”. Recuerdo a un fan comentando: “Ya puedo cantar esta canción sin llorar”. Fue un momento emotivo.
Cuando parecía que el show había concluido, los chicos regresaron al escenario para una tercera parte. El icónico intro de “Contacto” resonó en el Lunario, seguido de los gritos eufóricos de los fans. El viaje musical continuaba con “Vicio” e “Inevitable”.
Aunque se anunció que ambos shows estaban agotados, el Lunario no lucía completamente lleno. La interpretación de Camilo Séptimo fue magnífica, pero faltaron luces dirigidas hacia el público para crear una atmósfera más espacial.
Escuchar a Camilo siempre es una joya. A diferencia de otras bandas, cuanto más los veo, más ganas tengo de volver a hacerlo. Considero que Camilo Séptimo está destinado a ser una de las grandes bandas, especialmente considerando que Enjambre no ha envejecido tan bien y no hay otro grupo tan fuerte en la escena actual.
¿Tú qué opinas?
#CamiloSeptimo