Fotos por Jorge Rodríguez
El pasado viernes 31 de octubre, la Ciudad de México fue testigo de una auténtica demostración de poder sónico. La banda argentina Lörihen reventó el escenario del Gato Calavera, dejando una estela incandescente de hard rock que reafirma su lugar como titanes del género en castellano.

🎤 Potencia Vocal que Parte el Aire y Solos de Guitarra Incendiarios
Fue una noche donde la técnica y la pasión se fusionaron sin reservas. El frontman de Lörihen demostró una potencia vocal que resonó con una claridad escalofriante, alcanzando registros altísimos que estremecieron cada rincón del recinto. A su lado, la guitarra, absolutamente incendiaria, fue el corazón rítmico de la velada: solos vertiginosos, de técnica impecable, ejecutados con una entrega tan brutal que a más de uno le cortó la respiración. Este nivel de ejecución es el sello de una banda con pedigrí.

El setlist que eligieron fue una montaña rusa emocional: momentos de fuerza heroica, pasajes melódicos cargados de un sentimiento que caló hondo, y un cierre absolutamente demoledor. La respuesta del público fue instantánea: aplausos, gritos y un sincero coro de “¡otra, otra!” sellaron una conexión electrizante e inolvidable.

La presentación en el Gato Calavera es el preámbulo de algo grande. Con una trayectoria que se acerca a las tres décadas, desde mediados de los 90, Lörihen ha conquistado foros en toda Latinoamérica y Europa, compartiendo cartel con leyendas de la talla de Judas Priest, Dream Theater, Helloween y Mago de Oz, por nombrar solo algunos.
Lörihen no se detiene; su música es una declaración de principios. Prepárense, headbangers de México, porque la banda viene con la intención de reavivar la llama del metal en cada ciudad que pisan.
