Si buscan una pieza que trascienda lo efímero y abrace la introspección con audacia, permitan que “As I Wonder” de The Neon Sea resuene en sus oídos. Este proyecto, capitaneado por el polifacético Tom Doyle —voz, guitarra y arquitecto de su universo sonoro—, no es simplemente una canción: es un portal a un cosmos donde el rock alternativo se funde con texturas etéreas y reminiscencias de leyendas como The Cure, Nirvana y The Stone Roses.

Grabado en The Open Studio y pulido en los míticos Abbey Road Studios bajo la batuta de Alex Wharton (alquimista de obras maestras para Radiohead y My Bloody Valentine), el tema es una sinfonía de contrastes. Letras que exploran la fugacidad del tiempo y la inmensidad del ser, respaldadas por la batería y bajo hipnóticos de Dave Flood, crean un tejido auditivo que desafía la gravedad. Incluso el arte visual —pinceladas abstractas del hijo de Doyle— invita a una inmersión total.
En una era dominada por fórmulas repetidas, The Neon Sea emerge como un faro de autenticidad. No se conformen con escuchar: deleítense en cada capa, en cada eco distorsionado, en cada susurro cósmico. La música necesita más alquimistas como ellos.
Dense el espacio para descubrir. “As I Wonder” no es solo una recomendación; es un recordatorio de que el talento emergente merece escenarios, auriculares y sobre todo, oídos dispuestos a lo extraordinario.
