El Desafío de la Madrugada Festivalera
Una de las tareas más críticas de cualquier asistente al festival en el Autódromo Hermanos Rodríguez es la logística de salida, especialmente cuando los headliners terminan alrededor de la 1:00 AM. A esa hora, el Metro ya cerró y miles de personas buscan transporte simultáneamente. Planear la salida es un ejercicio de supervivencia que puede marcar la diferencia entre una experiencia épica y una espera eterna y frustrante. Es vital tener un plan B y C antes de entrar al recinto.
Opciones de Transporte Nocturno y Puntos Clave
La principal opción para la madrugada es el transporte por aplicación (Uber, Didi, etc.) o los taxis de sitio autorizados dentro o en las inmediaciones del Autódromo. El problema con las aplicaciones es la saturación y las tarifas dinámicas, que se disparan a precios exorbitantes. Una estrategia clave es caminar alejándose unos cuantos kilómetros de las puertas principales (hacia el Viaducto o la zona de la delegación Iztacalco, por ejemplo) para que la demanda baje y sea más fácil y económico pedir un auto.
Servicios Especiales y Alternativas Seguras
En ediciones anteriores, el festival ha implementado rutas especiales de autobuses con salidas programadas desde puntos cercanos, llevando a los asistentes a destinos clave de la ciudad (como el Auditorio Nacional, el Sur o el Norte). Revisar si este servicio se activa es fundamental, ya que ofrece una opción segura y a precio fijo. Otra alternativa es el Trolebús Línea 2 (Chapultepec – Pantitlán), aunque es crucial verificar si extiende su horario de operación durante las noches del festival; a menudo se hacen excepciones para estos eventos masivos.
La Estrategia del “Pre-Acuerdo” y la Paciencia
Para aquellos que van en grupo, la mejor opción es organizar un auto de alquiler con chofer o acordar un punto de recogida con un conocido, alejado de la zona de conflicto vehicular. Si se opta por el taxi de sitio, siempre preguntar la tarifa antes de abordar. Recuerden que a esa hora, la seguridad es lo primero. La paciencia será su mejor aliada; esperen unos 30 a 45 minutos dentro del recinto después del último encore. Dejar que la primera oleada de gente se vaya facilitará encontrar transporte con tarifas más justas.