La montaña rusa emocional que significa ser fan de Morrissey acaba de dar un giro inesperado. Tras años de incertidumbre, cancelaciones y un disco “enlatado” que parecía no ver nunca la luz, el bardo de Manchester ha roto el silencio digital para sacudir el tablero. No se trata de un simple rumor de pasillo; hay movimientos oficiales que apuntan a que el 2026 podría ser, finalmente, el año del Moz.
El escudo de Sire Records: ¿Vuelve la vieja escuela?
Hace apenas unos días, el exvocalista de The Smiths soltó una bomba en su sitio oficial: una imagen con el emblemático logo de Sire Records. Para los que llevan el pulso de la industria, esto no es cualquier detalle. Firmar con el sello que fundó Seymour Stein —casa de leyendas como Depeche Mode, Madonna y los mismos Smiths en su momento— sugiere un retorno a las raíces y, sobre todo, una infraestructura sólida para distribuir su música tras años de independencia forzada.
Este contrato representa la llave que podría abrir el candado de ‘Bonfire of Teenagers’, ese álbum que ha vivido en el limbo de los retrasos editoriales desde hace tiempo. Sin embargo, la última actualización del músico ha dejado a la comunidad con más preguntas que certezas.
Un tracklist críptico que lo cambia todo
En una publicación sin pies ni cabeza, fiel a su estilo enigmático, Morrissey lanzó una lista de 12 canciones nuevas. Lo que saltó a la vista de inmediato no fue lo que estaba escrito, sino lo que faltaba. Aquí el detalle de los títulos compartidos:
La gran sorpresa es la ausencia total de “Rebels Without Applause”, el sencillo que conocimos en 2022 y que se suponía encabezaba el proyecto anterior. Al no aparecer ninguna de las canciones filtradas o promocionadas de ‘Bonfire…’, la teoría que cobra fuerza en los foros especializados es que estamos ante un álbum completamente distinto.
¿Qué está tramando el Moz?
A falta de un comunicado oficial que aclare si este nuevo material sustituye al anterior o si se trata de un lanzamiento paralelo, la expectativa está por las nubes. Morrissey parece haber aprovechado el tiempo de silencio para componer desde cero, dejando atrás los conflictos legales que frenaban sus entregas previas. Lo que es un hecho es que el artista tiene el control de su narrativa nuevamente y cuenta con el respaldo de una disquera histórica.
Para el público en México, donde la devoción por el cantante roza lo religioso, esta noticia es el regalo que cerrará el año con la esperanza de una próxima gira mundial que, por supuesto, haga escala en tierras aztecas.
¿Crees que este disco sea el sucesor definitivo de ‘I Am Not a Dog on a Chain’ o será una sorpresa experimental? Si quieres, puedo investigar más sobre la historia de Morrissey con Sire Records para entender mejor este nuevo fichaje.