Ela Minus en el Foro Puebla: una noche de conexión y energía pura

FOTOS CORTESÍA OCESA: Pablo Deyta

El pasado jueves, el Foro Puebla se convirtió en el epicentro de una experiencia musical que pocos olvidarán. Era la primera vez que veía a Ela Minus en vivo, y confieso que no tenía idea de qué esperar de la colombiana. Su nombre ha estado resonando cada vez más fuerte en la escena electrónica, y este venue, con su atmósfera íntima y acogedora, parecía el lugar perfecto para una artista en ascenso como ella. Quienes han pisado ese escenario saben que no es solo un espacio, sino un rincón donde la música te envuelve y te hace sentir cerca, muy cerca, de quien está frente al micrófono.

Afuera del Foro, el ambiente ya prometía algo especial. Todavía era temprano, el sol apenas se había escondido, y los fans comenzaban a llegar con esa mezcla de emoción y paciencia. Algunos esperaban a sus amigos para entrar juntos, mientras otros aprovechaban para tomarse fotos junto a la fachada del lugar. No era solo una selfie: era la prueba de que estaban a punto de vivir algo grande, un recuerdo para compartir después en redes o con quien quisiera escuchar la historia.
El reloj marcó las 9:19 cuando todo comenzó, aunque no de inmediato.

Primero, un conteo regresivo apareció en pantalla, desconcertando a más de uno. “¿Por qué nos hacen esperar?”, parecía preguntarse el público. Fueron casi cuatro minutos de tensión que, al final, valieron la pena. Cuando la música por fin estalló, Ela Minus irrumpió con una energía que llenó cada rincón del Foro. Desde el primer beat, quedó claro que era una experiencia, un viaje sonoro que ella comandaba con maestría.

Al principio, los asistentes estaban algo tiesos, como si midieran el terreno. Pero conforme avanzaba la noche, las inhibiciones se fueron quedando atrás. La electrónica de Ela, con sus capas de sintetizadores y ritmos hipnóticos, invitaba a moverse, y el público respondió. De pronto, los cuerpos comenzaron a soltarse, a bailar, a dejarse llevar por temas como megapunk y they told us it was hard, but they were wrong. Era imposible no sentir la vibra que ella proyectaba desde el escenario.

La colombiana no ocultó su emoción por estar en México. “¡Qué increíble estar aquí con ustedes!”, gritó en algún momento, y el Foro estalló en aplausos y gritos. El cariño era mutuo: los fans le devolvieron cada palabra con una entrega que se notaba en cada salto, en cada coro cantado a todo pulmón. Fue uno de esos momentos en los que artista y público se funden en una sola energía.

El setlist fue un recorrido por lo mejor de su repertorio, una mezcla de introspección y potencia que mantuvo a todos al borde de la emoción. Desde IDK hasta COMBAT, pasando por el cielo no es de nadie y QQQQ, Ela Minus demostró por qué su nombre está en boca de tantos. Cada canción era un capítulo, y el público, un protagonista más de la noche.

Cuando las luces se apagaron y el último eco se desvaneció, quedó la sensación de haber sido parte de algo único. Ela Minus tejió una conexión con quienes estuvimos ahí. El Foro Puebla, con su magia particular, fue el testigo perfecto de una noche que, sin duda, marcará su paso por México. Y nosotros, los que bailamos y aplaudimos hasta el final, nos llevamos a casa el eco de una artista que sabe cómo hacer que el corazón lata al ritmo de sus máquinas.

elaminus #electronicmusic

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