La artista folk japonesa Ichiko Aoba debutó en México en el Teatro Metropolitan la noche del jueves, para presentar su nuevo álbum “Luminescent Creatures”, una obra que continúa su anterior producción “Windswept Adan”. Para abrir aquella noche llena de magia, folklore, fantasmas y criaturas, la chelista y compositora Mabe Fratti nos entregó un set lleno de drone, chelo y guitarras reverberantes de su álbum “Sentir que no sabes”, con una fuga pero precisa ejecución de sonidos acústicos y loops de guitarra. La artista guatemalteca conmovió a un público acostumbrado a la mezcla experimental.
A las nueve y cuarto de la noche, la artista nipona subió al escenario agradeciendo al público por asistir y arrancando con “Terifuri Ame”, “Sagu Palm’s Song” y “Endive To Nemutte”. En cada canción, la artista aprovechó para explicar el significado e interactuar con el público, con solo guitarra, voz y unas pocas grabaciones extra. Ichiko hizo magia y nos transportó a ese mundo inspirado en Studio Ghibli y nos recordó a su trabajo en The Legend of Zelda. Continuó con “Luminescent Creatures”, canción que da nombre a su reciente álbum, “Aurora”, “Flag” y “Wakusei no Namida”. La sensibilidad con la que Ichiko mostró sus canciones me recordó a esa película japonesa “Perfect Days” y aquella película coreana “The Way Home”.
Ichiko se mudó al teclado y presentó “Mazamun”, explicando que el nombre deriva de un espectro aterrador que, a pesar de ser temible, es su mejor amigo. Vaya forma de mezclar esas creencias paranormales folklóricas con esa música a piano/sintetizador, pero nos ayuda a entender que, pese a la apariencia, puede haber cosas buenas dentro de cada ser, ente o espectro.
La noche corrió bastante rápido. Ichiko se mostró feliz y agradecida por el recibimiento del público mexicano, un público que, dentro de Occidente, es el que más consume contenido asiático, nipón sobre todo. Hubo algunos covers en español bastante bien ensayados, como “Bésame Mucho” de Consuelo Velázquez y “Más o menos antes” de la gran Silvana Estrada. Ichiko cerró con “Bouquet” del sencillo doble “Amuletum Bouquet”. Aplausos, reverencia, agradecimientos, telón.
Una noche en la que Ichiko Aoba nos demostró que las criaturas luminiscentes somos nosotros. Como ella misma dijo al ver la Ciudad de México por los aires: “Las ciudades grandes son como criaturas de las profundidades entre las aguas oscuras de la noche”.