CRÓNICA Y FOTOS POR: Ivan Orozco Vizcarra
Desde antes de las 7 pm, las afueras del Pepsi Center WTC estaban llenas de personas. Una fila enorme se alargaba constantemente con la llegada de superfánaticos, fanáticos y curiosos que solo querían disfrutar del espectáculo del gran rapero argentino, Valentín Oliva.
El público comenzó a entrar al recinto y rápidamente se llenó. A las 8:30, seguían llegando muchos espectadores; el show estaba por comenzar.
Alrededor de las 9 pm, la audiencia llamaba por “Wosito”, gritando con euforia por cualquier señal de inicio con frases como “¡Te amo, Valentín!” o “¡WOS, ya eres mexicano!”. De repente, el cantante salió al escenario, llenando el Pepsi Center WTC de alegría desbordante, comenzando con “Nuevas coordenadas”, canción de su álbum más reciente: *Descartable*.
Fue un inicio tranquilo pero lleno de sentimiento, seguido de canciones en las que Valentín se movía con mucha expresión. La banda que lo acompañaba fue asombrosa, y personalmente creo que la guitarra destacó de manera genial. Para este punto, la gente ya saltaba y bailaba sin cesar, aunque el recinto descansó un poco con las más calmadas “Okupa” y “Morfeo”.
Por si no fuera suficiente sorpresa cada interpretación del rapero, hubo un momento increíblemente emotivo cuando Aczino apareció para dar un espectáculo de freestyle con el argentino. Ambos improvisaron versos, ofreciendo una dosis de nostalgia por los viejos tiempos de competencias.
En algunos momentos, los más fanáticos en la audiencia cantaban palabra por palabra las canciones más queridas de sus respectivos álbumes, como “Canguro” y “Contando Ovejas”. Además, la gente pedía a gritos “PURPURA” y, finalmente, se cumplió, haciendo saltar a todo el recinto al ritmo de la canción.
Para finalizar con un tono de gran celebración y felicidad, llegó “Cambiando la piel”, en la que también mencionó a México. Pero no terminó ahí; después de unos minutos de haber hecho una salida triunfal, WOS y su banda regresaron al escenario para despedirse definitivamente con “La Cochería”. Así, la inmensa mayoría del público abandonó el Pepsi Center, deleitados por un concierto inolvidable y potente.